Evolutee Hotel

UBICACIÓN La isla Berlenga está a unas 7 millas del puerto de Peniche; tiene 1500 metros de largo y 800 metros de ancho, con un perímetro de 4000 metros y alcanza 88 metros en su punto más alto y —30 metros en su punto más bajo. Es una región de gran interés para los especialistas en botánica con varias especies endémicas y especies de distribución limitada. Lugar de anidación de algunas especies de aves marinas (como el arao —Airo uria aalge—, símbolo de la reserva) y punto de paso de varias especies migratorias. Una reserva marítima de gran riqueza de vida silvestre, particularmente ictiología.

La laguna de Óbidos es el sistema lagunar más extenso de la costa de Portugal. Tiene una superficie aproximada de 6,9 kilómetros cuadrados y una profundidad media de dos metros, con un cupo que va desde medio metro hasta cinco metros. La laguna de Óbidos se extiende a través de dos ramales: Braço do Bom Sucesso hacia el oeste y el Braço da Barrosa orientado hacia el este. También limita con el municipio de Caldas da Rainha (norte) con los consejos parroquiales de Foz do Arelho y Nadadouro, y el municipio de Óbidos (sur) con los consejos parroquiales de Vau y Santa María. Tiene una longitud máxima de 6 kilómetros y un ancho que varía entre 1 y 1,5 km, con una orientación NW-SW. En realidad, la laguna era mucho más grande y había llegado, en épocas anteriores, a las murallas del castillo de Óbidos. La tendencia natural de la laguna de Óbidos es cerrar su conexión con el mar, convertirse en un pantano y, finalmente, desaparecer. Además, con la presencia humana, la sedimentación ha aumentado principalmente debido a los cambios constantes que se han producido en la laguna y que han provocado la acumulación de grandes depósitos de sedimentos. Sin embargo, la población ha intentado invertir la situación interviniendo mediante el dragado, aumentando la profundidad de la laguna.

La «ciudad nupcial» era el tradicional regalo de novia de los reyes de Portugal a sus reinas, una costumbre iniciada en 1282 por Dom Dinis. La ciudad (a un par de horas de Lisboa en tren) apenas ha cambiado de aspecto desde entonces: sus calles empedradas y sus empinadas escaleras conducen a las murallas, desde donde se puede contemplar un paisaje de molinos de viento y viñedos. La iglesia parroquial, Igreja de Santa Maria (en la céntrica Praça), fue elegida para la boda del rey Alfonso V, de diez años, y su prima Isabel, de ocho años, en 1444. Data principalmente del Renacimiento, aunque el interior está revestido con azulejos azules del siglo XVII (o azulejos pintados) de una manera hogareña típica de las iglesias portuguesas. El retablo de una capilla lateral del lado derecho fue pintado por Josefa de Obidos, una de las mejores pintoras portuguesas y una de las pocas artistas femeninas con reputación entre los historiadores del arte. Una esquina de las fortificaciones triangulares está ocupada por un castillo de enormes torres construido por Dom Dinis que se ha convertido en una posada.

La ciudad debe su nombre a la fuente termal, muy apreciada por la reina Doña Leonor, esposa del rey Don Juan II del siglo XV, quien tuvo la oportunidad de confirmar las propiedades curativas de estas aguas cuando la curaron de una herida que durante mucho tiempo no había cicatrizado, aunque había probado varios tratamientos. Como las aguas eran muy demandadas en la época por la población local, que se bañaba en ellas para curar sus dolencias, la reina ordenó construir un hospital para que pudieran tratarse con comodidad. Alrededor del hospital se formó una aldea, que pasó a conocerse como «Caldas da Rainha» (Las aguas termales de la reina). La ciudad siguió creciendo, alcanzando su apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX, en una época en la que estaba de moda pasar unas vacaciones en un balneario, y Caldas da Rainha fue uno de los lugares elegidos por la nobleza y la aristocracia. También durante la Segunda Guerra Mundial, muchos extranjeros que huían de la persecución de los nazis eligieron la ciudad como lugar de refugio.